jueves, 8 de febrero de 2007

LAS DOS CARAS DE LA SOLEDAD


Me gusta la soledad, pero cuando yo la elijo, como compañera de viaje, cuando me evade de lo mundano, de lo cotidiano, cuando me saca de mi cuerpo para ver pasar la vida desde la barrera. La soledad elegida es grata, me limpia mente y alma, hace que recuerde por lo que lucho y vivo.Pero, que ocurre cuando no es así y es ella la que te elige y te envuelve con sus brazos fuertes de amante apasionado y te quita el aire, te saca el alma por la boca para arrojarla a las cloacas de tu propia existencia, y te deja vacío, sin vida, sin voluntad para poder recuperarla, y la mente vaga por un desierto de conformismo que te avoca a tu propia destrucción.Solo somos muertos que estamos aquí de vacaciones, motivo suficiente para disfrutar de este paréntesis en la eternidad. Usemos la soledad como amiga y no como algo que nos lleve a ninguna parte.A fin de cuentas, ¿que significa la soledad impuesta? no amar,no sentir, no estar, no vivir, disfrutemos de estas vacaciones, que para el resto, ya nos queda la eternidad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A mi tb me gusta la soledad elegida.
Sigue así. Lo paso bien sabiendo de vosotros.
Muchos besos.